Vergüenza de estado

Es una vergüenza.
Que nuestro gobierno dé la bienvenida en nuestro país a un dictador, de una excolonia española.
Este dictador, no sólo es autoritario, por supuesto también es un corrupto de pies a cabeza. Él y su familia viven en la opulencia, malgastando el dinero que ingresan de forma ilícita, a partir de malvender el petróleo que su país tiene, que sus habitantes tienen bajo sus pies. Esta familia de corruptos tienen coches lujosos y casas (cuando no mansiones) en París, Buenos Aires, Los Ángeles o, la última, Malibú. Mientras tanto, la mayoría de los habitantes de Guinea Ecuatorial vive con menos de un dólar al día.

Si alguien quiere leer más:
Sobre sus mansiones y otras riquezas obtenidas de forma ilícita
Sobre las relaciones entre España y Guinea Ecuatorial

Vergonzoso. En lugar de hablar con él, deberían aprovechar que está aquí para ponerle unas esposas y llevarlo a La Haya.
Y todavía más, cuando el gobierno lícito de Guinea Ecuatorial, vive en el exilio en Europa, algunos de ellos en España! Tener al dictador que les ha expulsado de su país tan cerca, y ver que la policía va hacia él, y que en lugar de detenerlo, lo que hacen es protegerlo...

Tiremos más atrás en el tiempo, y podemos recordar también que fue una vergüenza (hoy la cosa va de eso!), otra que no se reconoce también, la forma en que España dejó a la deriva su colonia Guinea Ecuatorial. Como no podía ser de otra manera, el timón lo tomó un gobierno militar bajo el mando de un déspota dictador, repitiéndose la triste historia de tantos otros países africanos.

Está claro que hasta que los africanos se quiten de encima a líderes como Obiang, no hay futuro para ellos. Si sus propios gobernantes los condenan a la miseria, no hay nada que hacer... Es necesaria una revolución "a la francesa" en que se los saquen de encima y, a partir de ahí, podrán empezar a construir algo!

La vida debería vivirse al revés

Comparto aquí con todos vosotros una de esas cosas que mandan por email, esta me ha hecho mucha gracia!

La vida se debería vivir al revés
Se debería empezar muriendo y así ese trauma está superado.
Luego te despiertas en una residencia mejorando día a día.
Después te echan de la residencia porque estás bien y lo primero que haces
es cobrar tu pensión.
Luego en tu primer día de trabajo te dan un reloj de oro.
Trabajas 40 años hasta que seas bastante joven como para disfrutar del
retiro de la vida laboral.
Entonces vas de fiesta en fiesta, bebes, practicas el sexo y te preparas
para empezar a estudiar.
Luego empiezas el cole, jugando con tus amigos, sin ningún tipo de
obligación, hasta que seas bebé.
Y los últimos 9 meses te pasas flotando tranquilo. Con calefacción
central, room service etc...
Y al final abandonas este mundo en un orgasmo!

Jeje he encontrado en la página de otro blogger una versión bastante parecida del mismo texto, firmada en este caso por Quino, el autor de Mafalda, aquí va:
"Pienso que la forma en la que la vida fluye está mal. Debería ser al revés:
- Uno debería morir primero, para salir de eso.
- Luego, vivir en un asilo de ancianos hasta que te echan cuando ya no eres tan viejo.
- Entonces empiezas a trabajar. Trabajas por cuarenta años, hasta que eres lo suficientemente joven para disfrutar de tu jubilación.
- Fiestas, fiestas negras, parrandas, drogas, alcohol, sales con mujeres o tipos, qué sé yo, hasta que estás listo para entrar en la secundaria.
- Después pasas a la primaria, eres un niño que se la pasa jugando sin tener responsabilidades de ningún tipo.
- Luego pasas a ser un bebé. Vas de nuevo al vientre materno, pasas los últimos nueve meses de tu vida flotando en líquido amniótico, hasta que tu vida se apaga en un tremendo orgasmo... ¡Eso sí es vida!"
Joaquín Salvador Lavado - Quino

Espíritu Olímpico

Hace poco me acordaba de un atleta excepcional. Participó en las olimpiadas de Sydney, en la modalidad de cien metros natación estilo libre, representando a Guinea Ecuatorial, su nombre es Eric Moussambani.

No hizo un tiempo record, cuando él llegó a la meta ya todos los demás competidores habían acabado y pudieron verle nadar, ver la diferencia de nivel, cómo de lento era y la poca perfección de su estilo de nado. Todo el público aplaudió cuando acabó, pero por supuesto ninguna de las medallas fue para él...

Cuento esto aquí porque después pensaba que ojalá las olimpiadas fueran otras y su "espíritu olímpico" fuera otro. Ojalá que la humanidad se concentrara en conseguir que todo el mundo tenga el derecho a aprender a nadar, pongamos por caso, en lugar de intentar mejorar el tiempo que se tarda en recorrer cien metros. Lo primero sería un logro mucho mayor. Conseguir que todos los niños de este mundo pudieran aprender a nadar, sería un World Record en toda regla. Mucho más que tardar 29'12" en recorrer cien metros, que en el fondo a quíen beneficia?, de qué sirve? El ansia de superación que tenemos tan interiorizado, tiene un objetivo bien irrelevante, al final.

Llevando esta reflexión al mismo momento y lugar que ahora me rodean (en una biblioteca pública, conectado a internet) ojalá en lugar de invertir en tecnologías que nos permitan conectarnos a internet desde el lugar más remoto, invirtiésemos en que todas las personas de este mundo pudiesen aprender mecanografía, o pudiesen disponer de una impresora en casa, no sé, hasta dónde se pudiese llegar, pero todos juntos, todos por igual. Sería un logro mucho mayor. Ojalá que en lugar de estar yo aquí escribiendo este blog (y tantos otros blogs que hay en este mundo), en lugar de eso toda la gente en este mundo tuviese la oportunidad de dedicar cada día cinco minutos a escribir un diario (con papel y lápiz o boli) contando lo que les ha ocurrido o lo que han pensado ese día.

No quiero dejarlo en ojalá, así que vamos a luchar por cambiar esto, vamos a intentar cambiar esta mentalidad de "superación" que se nos ha impuesto, o que hemos creado los humanos en esta deriva mental que nos lleva donde quiere (no creo que sepamos nunca si fue un proceso u otro el que nos llevó a donde estamos). Este cambio nos acercaría a un mundo más justo y en paz, quiero creer.